Habitantes detienen a presunto responsable del asesinato de taxista, quien al no querer cooperar fue sometido a una serie de golpes hasta que declaró haber sido el culpable

María Moreno CORRESPONSAL / NOTICIAS

Ocosingo.- Una serie de acontecimientos violentos se registraron durante este Sábado, cuando cientos de habitantes de la localidad de Abasolo, sector transporte en su modalidad de Taxi y ocosinguenses levantaron la voz decidiendo hacer justicia por sus propias manos.
Todo esto se dio luego de que, cerca de las 4:00 de la madrugada de este sábado 07 de septiembre, reportaran el hallazgo de una persona del sexo masculino sin vida, en un terreno baldío a la altura de la Escuela Secundaria Técnica No. 16, el cuerpo presentaba varias heridas con arma blanca; horas más tarde habitantes de la comunidad Abasolo, localizaron un taxi abandonado con el número económico 291, sobre la carretera Federal, en su interior tenía rastros de sangre, latas de cervezas, y un arma blanca. De inmediato dieron aviso a las autoridades, quienes apuntaron que todo se trataba de un posible asalto y la persona encontrada, posiblemente era el conductor del taxi.
Este hecho fue confirmado cuando los taxistas anunciaron que su compañero Ernesto alias «El Judío», había perdido la vída a consecuencia de un asalto, puesto que el taxi era el mismo que habían localizado en Abasolo, «no se huyeron por qué se les acabó la gasolina» dijieron los manifestantes.
Mientras que los taxistas realizaban un bloqueo para exigir justicia, los habitantes de Abasolo, lograron detener a Carlos «N» de 26 años de edad, quien había regresado al taxi por qué se le olvidó su cartera y teléfono, al momento de ser detenido fue llevado a la cárcel rural, al no querer cooperar fue sometido a una serie de golpes hasta que declaró haber sido el culpable.
Cerca de las 2:00 de la tarde el hombre fue entregado a los taxistas, quienes lo pasearon sin ropa por las calles de la cabecera municipal, para amarrarlo en el parque, ahí fue sometido a violencia física y por fin narró lo que había sucedido.
Carlos menciono «Le pedimos que nos cobrará por hora, el nos llevaba a varios lugares, pero cerca de las 1 o 2 de la mañana, nos cobró y no quisimos pagarle, estábamos ebrios y drogados, peleamos con el chófer y terminamos por matarlo, por miedo lo fuimos a dejar en el lote baldío, nos íbamos a ir a San Cristóbal pero nos quedamos sin gasolina, no lo hice solo fuimos dos y una mujer» mencionó.
Declarando que actuó con Alex «N», la multitud enardecida le pidió que le mostrarán la casa, ubicada en Barrio Linda Vista, ahí encontraron un automóvil que minutos antes el sujeto había confesado que en ese se habían paseado, el automóvil tenía algunas manchas de color rojo – café, la gente no dudo que se trataba de sangre y detuvieron a Alex «N» , quien pidió que se mostrarán las grabaciones, mencionando que era inocente.
El sujeto señaló que se encontraba con Martha «N», frente al bar Las Panteras y ella podría contar lo que pasó, pero al momento de ir a buscar a esta fémina se dieron cuenta que estaba cerrado, por lo que ambos fueron llevados al Ministerio Público Zona Indígena, pero exhibidos ante la sociedad, una vez en el lugar pidieron que revisaran las cámaras para saber lo que sucedió.
En la FGE se encontraban los habitantes de Abasolo, y no permitieron que la Justicia hiciera su trabajo, mientras que Alex decía que era Inocente Carlos «N» lo culpaba, desatando así que ambos sujetos fueran golpeados por aquella multitud enardecida, decidiendo que no harían caso a las autoridades e irían por usos y costumbres, «llevenlo a Abasolo ahí los vamos a quemar, estamos averiguando si es o no inocente, la justicia está comprada mejor hagamos justicia compañeros» exclamaban.
Más de 12 patrullas llegaron minutos después y lograron rescatar a los dos sujetos, para luego llevarlos a las oficinas del Subsemun, y que sea el juez quien determine y haga las investigaciones correspondientes.

PIE DE FOTO:
Habitantes de la localidad de Abasolo, y taxistas levantaron la voz decidiendo hacer justicia por sus propias manos.
Foto: María Moreno