Los 268 habitantes de Tzanebolom señalan que tienen un año y cuatro meses que no regresan a su hogar

Jhonatan González NOTICIAS

Son 268 desplazados de la comunidad de Tzanebolom municipio de Chenalhó, los que no han podido retornar a sus hogares y se mantienen sumergidos en la incertidumbre y la tristeza, pues sus tierras fueron invadidas por sus agresores y “se repartieron nuestros terrenos, nuestras casas, lo quebraron todo y ya lo están vendiendo en una hectárea de 100 metros cuadrados en 10 mil pesos, cafetales en 15 mil pesos”, aseguró uno de los afectados.

En entrevista el indígena tzotzil recordó que se cumplió un año y cuatro meses que tuvieron que dejar su hogar y su historia a causa de las amenazas que recibieron del grupo Los Herrera, vinculados al crimen organizado.

“Abandonados, tristes, haz de cuenta como si fuéramos unos animales sin rumbo, sin hogar, sin nada, aunque más le pedíamos a las autoridades, nada, nada, pero ¿qué más le podemos hacer? Ni modo que vamos a ir a pelear con ellos, sino que nosotros no podemos hacer nada, porque la verdad haz de cuenta es un niño huérfano”, expuso el hombre que vestía una playera azul y un sombrero.

El hombre recordó que en su momento las autoridades en lugar de enfrentar al grupo criminal y devolverles la tranquilidad, les dieron la espalda. Por lo que las familias afectadas se refugiaron en la cabecera municipal de Chenalhó, donde las madres se quedan en casa con sus hijos que no asisten a la escuela porque tampoco pudieron rescatar documentos de identidad.

Mientras los hombres trabajan como albañiles en otros municipios para pagar la renta de sus cuartos y sus necesidades básicas como la alimentación, aunque el estrés, la depresión y la inseguridad les sigue cobrando factura.

“Ahorita se están enfermando, se andan enfermando los niños, se andan enfermando las mujeres. Ya se nos falleció uno por la ansiedad, por la preocupación, por el sufrimiento (…) Cuando falleció la señora no nos dieron permiso de enterrarlo aquí, de sepultarlo aquí”, explicó.

La primera familia de desplazados salió de la comunidad el 13 de febrero de 2024 cuando Los Herrera cometieron su primer asesinato, pero el 20 de julio otras 67 familias fueron rescatadas tras haber sido privadas de la libertad en la escuela de la localidad durante nueve días, pero las amenazas y la intimidación iniciaron un año antes.

“Primero nos cortaron el agua potable, después nos cortaron drenaje, y tercero, el último sufrimiento que estuvimos allí, nos cortaron la luz, empezaron a quemar nuestros terrenos cafetales, se divirtieron para molestarnos a nosotros, ya no podíamos ir a traer nuestra leña, ir al campo”, afirmó el representante de los desplazados.

Los pobladores denunciaron además que el grupo de Los Herrera los obligaban a pagar una cuota mensual para comprar sus armas y municiones, ya que de no hacerlo los reclutaban a la fuerza.

“Nos dieron unos cuantos días de plazo para que nosotros fuéramos en la lista con ellos, y nos pedían 50 mil pesos de multa. Porque, si no llegábamos en 23 días a anotarnos en la lista, apoyarlos, hasta nos dijeron que nos iban a quemar, nos iban a matar con todo y niños. Nos decían los vamos a matar, pero se van a quedar todos ceniza”, puntualizaron.

Al igual que los desplazados de Chenalhó, hay otros grupos de personas que también abandonaron su hogar por la violencia, mismos que claman la aplicación de la ley y condiciones para un retorno digno y seguro a sus hogares.

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Son 268 desplazados de la comunidad de Tzanebolom municipio de Chenalhó, los que no han podido retornar a sus hogares.

FOTO: Jhonatan González