Luis Vallejo NOTICIAS

Más de 25 mil hectáreas de cobertura forestal se han perdido en Tuxtla Gutiérrez y su zona metropolitana entre 1999 y 2025, debido principalmente al cambio de uso de suelo, depósitos de material pétreo y desarrollo urbano, reveló el diagnóstico presentado por Suelo Vivo y del movimiento Menos Fuego Más Monte.
Durante la presentación del proyecto Conservación del patrimonio natural de la zona metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, Karla Mancilla, directora de Suelo Vivo, explicó que el estudio muestra una pérdida promedio de más de 900 hectáreas por año, lo que ha aumentado la vulnerabilidad ambiental de la capital chiapaneca y de los municipios que la rodean.
“A partir de este diagnóstico se desencadenaron acciones de restauración a nivel urbano con el Festival 100 en un Día y restauraciones en las zonas más vulnerables de municipios como Berriozábal, San Fernando, Suchiapa, Chiapa de Corzo y Ocozocoautla”, expuso.
La iniciativa, que cuenta con apoyo de ‘The Nature Conservancy México’, surge del esfuerzo ciudadano y busca fortalecer la vinculación con autoridades locales y estatales para integrar estos hallazgos en las políticas públicas.
“Nos hemos acercado al Congreso del Estado para que este diagnóstico sirva como herramienta técnica que complemente los programas gubernamentales, como el de microcuencas”, sostuvo.
En ese sentido, señaló que estas acciones ciudadanas han logrado movilizar a más de mil 500 personas en la región a través de jornadas de restauración ecológica y capacitaciones en el uso de especies nativas y técnicas de siembra adecuadas.
Destacó que uno de los resultados más visibles es la creación de bosques de bolsillo mediante la técnica japonesa Miyawaki, que incrementa la supervivencia de las plantas hasta en un 90 por ciento.
“El año pasado se sembraron 135 bosques de bolsillo, y este año 137 más, sumando más de ocho hectáreas restauradas en la zona metropolitana. Lo más importante es la guardianía: que la ciudadanía acompañe el crecimiento de estos espacios para garantizar su éxito”, subrayó la activista.
Mancilla señaló que la continuidad del proyecto depende del fortalecimiento de esta red de ciudadanos guardianes que buscan recuperar el derecho a la naturaleza dentro de la ciudad.
“Soñamos con una ciudad viva, donde la ciudadanía tenga el poder de incidir en su territorio desde su banqueta o su parque”, dijo para finalizar la activista.

Foto: Luis Vallejo
Pie: Señalan que la continuidad del proyecto depende del fortalecimiento de la red de ciudadanos que buscan recuperar el derecho a la naturaleza dentro de la ciudad.