Una niña de 9 años fue víctima de una bala perdida tras los ataques armados que se dan en comunidades de los altos de Chiapas
Daniela Grajales NOTICIAS
Una menor de nueve años de origen tzotzil de la comunidad Tabac, del municipio de Aldama, en Chiapas resultó gravemente herida por un disparo de arma de fuego, fuentes oficiales informaron que la bala provino desde la comunidad Tojtic Santa Martha, del municipio de Chenalhó.
En comunidades de los altos de Chiapas prevalece la violencia, misma que afecta a todos los pobladores, sin embargo, un sector que preocupa son los menores de edad, seres indefensos y ajenos a los problemas sociales de su entorno.
De acuerdo con las declaraciones la menor recibió un disparo de arma de fuego a la altura de la cabeza cuando se encontraba en el interior de su casa con sus padres y hermanos.
Este hecho ocurrió este fin de semana a las 15:25 horas, al ver que la niña estaba herida los familiares pidieron auxilio a las autoridades de la comunidad Tabac para ser trasladada hacia el Hospital de Las Culturas, donde su estado de salud se reporta como grave.
Cabe recordar que desde el inicio del mes de marzo se han reportado constantes disparos de armas de fuego desde Chenalhó en contra del municipio de Aldama, dicho territorio antes pertenecía a Chenalhó.
Esta situación está ligada por la disputa de tierras, los grupos buscan apoderarse como suyo un territorio de 60 hectáreas ubicadas en una hondonada y pocas productivas para el maíz.
Los disparos van desde las comunidades ubicadas en Chenalhó, de T’elemax, Escuela Telesecundaria, Tojtik, Volcán y Curva Tontik Santa Martha, hacia Tabac, en la jurisdicción de Aldama.
En lo que va del mes de marzo, se han registrado 291 ataques dirigidos hacia las comunidades de Aldama.
A pesar que los tres niveles de gobierno del estado mexicano anunciaron la entrega de tierras para las comunidades de Aldama, como una medida que simula la paz, el pasado 03 de marzo de 2022, esto no ha tenido relevancia para los comuneros.
La CIDH reconoció el ciclo de violencia que viven las comunidades de Aldama por los constantes ataques armados, especifica la importancia de la delimitación de los territorios indígenas que den certeza a sus habitantes; el desarme y la desarticulación del grupo agresor; abordar la conformación, estructura y financiamiento de las personas armadas mediante procesos de investigación, sanción, reparación y justicia.
Es preciso enfatizar que el estado mexicano solamente reconoce una disputa agraria, sin atender los otros elementos del conflicto, lo que ha impedido soluciones integrales que atiendan realmente la problemática y generen una paz verdadera.
Por ahora los habitantes de Aldama piden nuevamente que las instancias gubernamentales atiendan sus peticiones y establezcan medidas preventivas para salvaguardar sus vidas, su integridad física y psicológica, además de desarticular a los grupos de agresión para evitar estas situaciones.
