Luis Vallejo NOTICIAS

La razón principal por la cual ocurren las inundaciones en México no es que llueva más, sino porque se han modificado las condiciones naturales del terreno, afirmó Romeo Palacios Suárez, presidente de la Asociación Nacional de Profesionales en Resiliencia (ANPROGERI).
El especialista explicó que la urbanización, la tala y el cambio de uso de suelo han alterado el ciclo hidrológico natural, impidiendo la infiltración del agua hacia los acuíferos y provocando escurrimientos superficiales que se multiplican hasta cuatro veces más que en condiciones naturales.
“No nos inundamos porque haya más agua, sino porque hemos modificado el terreno. Lo que antes se filtraba, ahora escurre”, sostuvo.
Palacios Suárez señaló que los cauces de los ríos, como el Sabinal en Tuxtla Gutiérrez o el Cazones en Veracruz, se han vuelto insuficientes debido a este fenómeno. A pesar de los intentos por ensanchar ríos o construir ductos y embovedados, dijo, estas medidas sólo trasladan el problema a otras zonas.
“No ha sido la solución; agrandar los cauces o desviar el agua solo cambia el punto donde ocurre la inundación”, explicó.
Frente a esta situación, la ANPROGERI propone impulsar un enfoque de resiliencia hídrica, alineado con las recomendaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El especialista indicó que este concepto busca restaurar el ciclo hidrológico a sus condiciones originales, tal como funcionaba antes del impacto humano sobre el suelo, mediante soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación, la protección de selvas y la conservación de zonas de infiltración.
“Los árboles, los bosques y las selvas son los que naturalmente regulan el agua. Hemos desmontado mucho por el desarrollo urbano y agrícola, pero necesitamos recuperar esa función natural del territorio”, enfatizó.
Asimismo, recordó que este año la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió sobre la gravedad de los eventos climáticos, con pérdidas estimadas en más de cinco mil millones de dólares, lo que confirma la urgencia de actuar con enfoque preventivo y sostenible.
“Sí sabíamos que este año iba a ser desastroso. Por eso insistimos en que la verdadera prevención está en la resiliencia hídrica, no en seguir canalizando el agua, sino en devolverle al suelo su capacidad natural de absorberla”, dijo para finalizar.
Foto: Luis Vallejo
Pie: El especialista indicó que el concepto de resiliencia hídrica busca restaurar el ciclo hidrológico a sus condiciones originales, tal como funcionaba antes del impacto humano sobre el suelo.
