Industriales señalan que los insumos como la harina han tenido un incremento de precios muy elevado

Daniela Grajales NOTICIAS

PIE DE FOTO: José Ramón Salazar Ballinas, comentó que además del aumento en el costo de la harina, el precio del gas, refacciones para los equipos no ha detenido su aumento. Foto: Daniela Grajales

La economía de las familias chiapanecas recibirá un nuevo golpe con un incremento de precio de las tortillas, previsto para el mes de agosto, la escalada en el precio de la tortilla, que se registra desde el inicio del año, se mantiene sin freno y a unas semanas de iniciar el año 2022, dueños de tortillerías, trabajadores repartidores y amas de casa se preocupan ante en incremento del precio de la tonelada de harina, de acuerdo a industriales de la masa y la tortilla de la organización “Somos Chiapas”, que encabeza José Ramón Salazar Ballinas, señala que la tonelada de harina actualmente cuesta 16 mil 250 y subirá a 17 mil 500, es decir incrementarán mil 250 pesos más, lo que impactará en el precio del kilo de tortilla, en todos las harinas de Chiapas, ante tal incremento del aumento en los insumos para fabricar este alimento básico, y alertaron que de continuar esa situación el kilogramo podría llegar hasta 22 pesos a inicios del mes de agosto.
“Por el aumento, los consumidores podrían pagar hasta 25 pesos por un kilo de tortilla”, advirtió un repartidor del producto.
Y es que desde inicios de este mes, distribuidoras de insumos aumentaron casi 800 pesos el precio por tonelada de harina, la cual va de 16 pesos.
La Industria de la Masa y la Tortilla en Chiapas anticipó un aumento de entre uno y dos pesos por cada kilo del alimento básico, por el alza de la harina.
Una ama de casa subrayó que actualmente paga 20 pesos por un kilo de tortilla, pero con el aumento, los tuxtlecos desembolsarían entre 21 y hasta 22 pesos. “Esto no es justo, esto afecta mucho a los consumidores, a miles de familias que consumen como alimento básico la tortilla”, enfatizó.
«La PROFECO mantiene una vigilancia y como agrupación no podemos acordar un costo para todos, depende de varios factores como la distancia de arrastre, ubicación del local, entre otros».
José Ramón Salazar Ballinas, comentó que además del aumento en el costo de la harina, el precio del gas, refacciones para los equipos no ha detenido su aumento, además del incremento que tuvo el salario mínimo de los trabajadores.
Ballinas hizo un llamado a los consumidores para que adquieran su tortilla directamente en los centros de producción donde se les atenderá con kilo completo e higiene.
«Que hagan un esfuerzo para acudir a la tortillería, en la calle les dan incompleto el kilo, hay mucha tortilla reciclada que hace daño» indicó.
El año pasado el precio de la harina de maíz incrementó 3 mil pesos por tonelada, algo no visto en muchos años y ahora ya viene otro aumento.
Después de dos años de pandemia, los mexicanos enfrentan un escenario de inflación por encima del 7 por ciento, lo que genera un alza importante en el costo de alimentos, entre ellos el de la tortilla y el pan, además de otros bienes de consumo, aunado a la presión de un creciente precio de los combustibles.
Pese a la lejanía del conflicto bélico en el este de Europa, analistas advirtieron las consecuencias que desencadenaría en la economía globalizada y en nuestro país la ciudadanía no debería sorprenderse al encontrar su pan favorito, o los tacos preferidos, a un precio más caro, indicó Alejandrina Barajas, investigadora del Centro de Investigación Económica del Noroeste (CIEN), ubicado en CETYS Universidad Campus Mexicali.
La invasión de Rusia a Ucrania podría provocar un aumento en el precio de la tortilla en México para el mes de agosto, de acuerdo con analistas, debido a que estos dos países son de los mayores productores de trigo a nivel mundial, lo que impacta en la oferta y demanda de este cereal. Además son importantes productores de maíz, otro de los granos más relevantes para nuestro país.
Según algunos análisis europeos, el precio del trigo ya aumentó un 37 por ciento desde el inicio del conflicto y su efecto podría extenderse a otras regiones. Se estima que sólo Rusia exporta al mundo el 12% del trigo que se requiere para la producción de alimentos.
Los incrementos en los precios de alimentos y en los energéticos impactarán en la inflación, la cual en el 2021 presentó sus mayores alzas en la historia reciente pese a los esfuerzos del Banco de México por controlarla a través del aumento en las tasas de interés.
La esperanza del gobierno federal y de algunos analistas económicos era que en 2022 se pudiera controlar la inflación, pero con los aumentos mencionados a causa del conflicto, esta seguirá afectando el poder adquisitivo de la población.
Para México esto podría no representar un problema a primera vista, debido a que la producción de pan y tortilla no depende de las importaciones desde esos dos países. No obstante, Europa depende en buena medida de los cereales provenientes de Ucrania mientras que el continente africano requiere de los granos de Rusia. Esto generará que los países afectados salgan a buscar al mercado internacional la materia prima necesaria para la producción de alimentos, generando un alza en los precios.