Las ciudades más grandes y urbanizadas por lo general son las que presentan mayormente el fenómeno de islas de calor de forma más pronunciada
Daniela Grajales NOTICIAS
Para el combate y adaptación al cambio climático que se manifiesta, por ejemplo, con altas temperaturas, es posible colaborar sembrando un árbol, debido a que aportan importantes beneficios al medio ambiente, al ecosistema y a su vez, su sombra ayuda a reducir hasta un 32 % el consumo de electricidad en una vivienda.
William Vázquez Morales, profesor-investigador de la Licenciatura en Ciencias de la Tierra de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), comentó que ante los cambios de temperatura y variaciones del clima que se presentan en los últimos años se deben sembrar árboles que puedan resistir esas condiciones.
Enfatizó que si se planta vegetación que no corresponde a las condiciones de la ciudad puede traer efectos no tan benéficos, como los árboles de benjamina, que se adaptan rápidamente y crecen de gran manera, pero sus raíces que son grandes y largas destruyen la urbanización, por eso luego los talan.
Hay especialistas que realizan estudios en la materia para determinar qué tipo de vegetación debe estar dentro de una ciudad respecto a sus condiciones generales, como el clima, urbanización, lluvia, tipos de suelo, entre otros, para considerarlo al momento de sembrar árboles.
Señaló que en Tuxtla Gutiérrez la temperatura puede variar hasta cinco o más centígrados de un punto a otro debido a factores como falta de vegetación y exceso de construcciones, concreto y asfalto, a esto se le conoce como islas de calor.
Han medido las temperaturas en puntos como el centro de la ciudad y zonas con gran vegetación, encontrando que en el parque central (el punto más urbanizado) hacia Caña Hueca hay una diferencia de hasta cuatro grados.
Las ciudades más grandes y urbanizadas por lo general son las que presentan mayormente el fenómeno de islas de calor de forma más pronunciada. Además de la capital chiapaneca, municipios como Chiapa de Corzo y Berriozábal ya lo presentan.
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Se deben sembrar árboles que puedan resistir las condiciones. – Foto: Daniela Grajales