Daniela Grajales NOTICIAS



La modernidad ha ido desplazando el consumo y el conocimiento sobre la preparación de platillos típicos zoques. Actualmente muchas familias prefieren consumir las llamadas comidas rápidas que disfrutar de una comida local.

Doña Fanny Chandomi, cocinera zoque, indica que la dieta alimenticia de los pueblos de influencia zoque se ha ido modificando con el paso del tiempo, ahora con la modernidad ya saben lo que ha pasado, muchos preferir comer pizzas, hamburguesas que es comida rápida a comer bolitas el Chipilín, que las nuevas generaciones no saben ni siquiera qué es.

“La comida zoque es el cochito horneado en leña, yo hago ningüijuti también, es el pollo con mole, es la bolita con chipilin, lo que más manejamos aquí en Tuxtla Gutiérrez”, mencionó doña Fanny.

Esta transformación de la cultura alimenticia, refiere, ha llevado, incluso, a la pérdida de la autonomía de ser auto suficientes, puesto que hoy en día ya no se cuenta con todos esos insumos para elaborar este tipo de alimento, antes los encontrábamos en los patios de las casas, ahora hay que comprarlos.

Consideran que con los festivales y eventos zoques pretenden ir recuperando esta riqueza cultural que implica la elaboración de la comida típica zoque, pues se cree que la cultura puede ser sustentable y vivir de ella.

“Se está perdiendo un poco la realización de las comidas, porque muchas personas le van cambiando de ingrediente o lo confunden a la persona también, por ejemplo el chipilín con bolita que es esta comida tradicional zoque pues las bolitas de masa no llevan ni queso, ni quesillo”.

Los platillos a los que se refieren las cocineras y que son degustados en eventos muy especiales son: el ningüijuti, putzatzé y el pescado baldado. El ingrediente principal de estos platillos es la carne por tener un sentido espiritual dentro de la cultura.

“Estos alimentos son rituales y están en riesgo de desaparecer, son el eje y el centro del patrimonio ritual Zoque de Tuxtla por eso es importante trabajar en su rescate” puntualizaron.

Además agregaron que con la pérdida de las plantas, las afectaciones del calentamiento global y la invasión del campo silvestre por el cemento, han sido actividades claras que deberían de poner en alerta a la población y sus autoridades por preservar la identidad tuxtleca desde la continuación de prácticas como son las gastronómicas, puesto que se han cambiado también las maneras de elaborar los platillos.

“Hay veces que las personas lo modernizan los sabores, cuando en realidad el de cambray, está hecho de chile guajillo, tomate, pollo, su huevito y su pasa, ahora el tamal de hoja de milpa casi no mucho lo saben hacer, como ves que lleva hoja de milpa, la envoltura es muy difícil”.



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Actualmente muchas familias prefieren consumir las llamadas comidas rápidas que disfrutar de una comida local.

Foto. Daniela Grajales