El vocero de la arquidiócesis de Tuxtla advirtió que el estado apenas vive la cresta de la ola de violencia

Luis Vallejo NOTICIAS

La iglesia católica advirtió que ante el incremento de la violencia en Chiapas, la reconstrucción del tejido social en el estado podría llevarle más de una década.
Lo anterior lo comentó en entrevista el padre Gilberto Hernández García, asesor de la pastoral social y vocero de la arquidiócesis de Tuxtla luego de que la semana pasada se dedicó la Jornada de Oración Nacional para pedir por la paz en Chiapas.
En ese sentido, Hernández García indicó que en los estados del norte y centro del país ya lleva casi 20 años que la violencia se ha recrudecido luego de que las autoridades federales iniciaron la “guerra contra el narco”.
“Miremos las experiencias, por ejemplo, de Colombia y miremos las experiencias en el mismo país, llevamos casi 20 años desde cuando se decidió la guerra contra los grupos del narcotráfico en estos estados en donde se empezaron a hacer estas acciones pues se recrudeció el ambiente hostil y no lo hemos podido solucionar”, sostuvo.
El sacerdote indicó que ante el actual panorama en los municipios considerados como focos rojos y en otros en donde ya se han registrado hechos violentos consideran que Chiapas apenas vive la cresta de la ola de violencia.
“Con el desplazamiento forzado, el reponer la paz en las comunidades y restablecer el orden es complejo; no solo se va a dar con la presencia de las autoridades como la Guardia Nacional o el Ejército, claro es una garantía, es un principio pero de ahí a recomponerse esto; nos llevaremos hasta décadas puedo atreverme a decir” aseveró.
Hernández García, destacó para finalizar que la iglesia católica se ha dado la tarea de fortalecer las relaciones humanas en las comunidades desde las capillas, y aunque saben que es un trabajo que va para largo, consideran necesario que se deben redoblar los esfuerzos.

Foto: Luis Vallejo

Pie: Señalan que la presencia de la Guardia Nacional y el Ejército, es un principio pero no una garantía de que se repondrá la paz en las comunidades.