Heidi, originaria de Venezuela, tiene 8 días en el campamento con sus hijos, uno de ellos se enfermó de fiebre y ronchas en la piel; por eso todos los niños piden piedad.

Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Las políticas migratorias del gobierno mexicano, obligan a grupos de familias con niños y niñas a esperar su trámite en condiciones inhumanas en un campamento improvisado en la comunidad de viva México en Tapachula.
En el campamento ubicado a la orilla de la carretera México 200, unos 1,000 niños juegan entre las casas de campaña, mientras sus padres hacen fila para obtener un espacio en los autobuses que ofreció el Instituto Nacional de Migración para moverlos a la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
Heidi,originaria de Venezuela, tiene 8 días en el campamento con sus hijos, uno de ellos se enfermó de fiebre y ronchas en la piel; por eso todos los niños piden piedad.
El calor en el día logra mitigarse por la sombra de los árboles; sin embargo, por las tardes la lluvia y esos mismos árboles son el principal enemigo, pues cerca del lugar han impactado varios rayos, narró María Perozo que tiene 6 días durmiendo amontonados en una tienda de campaña.
Aunque Médicos Sin Fronteras y otras organizaciones de ayuda han colocado 2 carpas, baños portátiles e instalado varios contenedores con agua, es insuficiente por la gran cantidad de personas que diariamente llegan al lugar.
Este campamento está conformado mayormente por venezolanos, pero también hay migrantes de Haití. Todos los grupos llevan niños desde los 2 meses de nacido hasta los 10 años.
Jorge Rondón, llegó el pasado 3 de septiembre al campamento con sus 4 hijos, hasta hoy no consigue abordar un autobús para sacar a sus hijos de estas condiciones tan duras. Él se siente obligado a aguantar este sufrimiento, porque INM no los deja avanzar por propia cuenta
Cientos de familias latinoamericanas se aventuran a la peligrosa travesía de migrar desde el sur América, hacia los Estados Unidos con la esperanza de encontrar “un mejor futuro” para sus hijos.

PIE DE FOTO:
Las políticas migratorias del gobierno mexicano, obligan a grupos de familias con niños y niñas a esperar su trámite en condiciones inhumanas.
Foto: Sergio García