Necesitan tomar pastillas anticonceptivas para no quedar embarazadas de violaciones por personas del presunto crimen organizado o de personas que trabajan en migración, coyotes o ciudadanos

Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Más de 100 mujeres que han atendido vienen huyendo de las Maras Salvatrucha, porque han sido víctimas en su país. – Foto: Sergio García

Tapachula.- La Fundación Chiapaneca de Mujeres Migrantes (CHIMUMI), en esta ciudad fronteriza con Guatemala, remarcó que 9 de cada 10 mujeres, tanto mexicanas y migrantes están siendo violentadas principalmente las que vienen de los países centroamericanos como Honduras y El Salvador.
Fabiola Díaz, presidente de la fundación en Chiapas, señaló que las mujeres de los países de origen, necesitan tomar pastillas anticonceptivas para no quedar embarazadas de violaciones por personas del presunto crimen organizado o de personas que trabajan en migración, coyotes o ciudadanos que están involucrados con el fenómeno migratorio.
Ejemplificó que más de 100 mujeres que han atendido y platicado en el tema con solicitud de refugio vienen huyendo de las Maras Salvatrucha, porque han sido víctimas en su país y aquí mismo se han encontrado a personas que los han secuestrado y estando embarazadas quieren atención, por lo que acuden a los consultorios particulares pagando todo su proceso de embarazo y van al Hospital Regional cuando están a punto de aliviarse.
Manifestó que las mujeres migrantes con sus hijos enfrentan una situación difícil, porque muchas tienen que dormir en las calles o pedir alojamiento con sus connacionales, exponiéndose a diversos peligros.
Otro de los problemas que enfrentan las mujeres migrantes al salir de su país, es el tema de la salud sexual reproductiva.
Sostuvo que otro de los factores es el incremento de la violencia hacia las mujeres, que están afectando es los trastornos mentales, debido a eso acuden al alcohol, desarrollan adicciones, sino el cigarro o la marihuana.
Mientras, que los hijos que traen son víctimas del crimen organizado, con fines de explotación sexual, donde en algunas ocasiones las mujeres son víctimas
“En el primer cuadro del día, nos podemos dar cuenta a la hora del día, en los arrabales o colonias de Tapachula, que están escondidas, las mujeres son violadas y no pueden levantar una denuncia porque nadie las va escuchar”.