Alejandra Chávez NOTICIAS

Hace unas semanas, en los alrededores de la Iglesia San Marcos, en Tuxtla Gutiérrez, llegó una mujer con una bolsa, sin embargo, al paso de los días fue acumulando cajas, bolsas y demás cosas.
Parecía que poco a poco se mudaba de casa, buscando el cobijo de la iglesia y la protección de San Marcos, uno de los iniciadores del Evangelio de Cristo.
Entre el olvido de su familia y la indiferencia de quien deambula en esta zona, su presencia pasa desapercibida ante la gente y los negocios de comidas, revistas y cafés.
Su aspecto se ve descuidado, pero ella sonríe en aquel rincón que ha tomado como suyo. Parece que su mente viaja y su cuerpo se ha asentado en este pequeño lugar, arriba de las jardineras, pero atrás de la Catedral.
A decir de los comerciantes de la zona, ella no tiene familia y sufre de sus facultades mentales. Cada mañana, trabajadores del Ayuntamiento limpian el área, como si alguien entrase a limpiar su habitación.
Los comerciantes no han tenido ningún problema de verla en el lugar. De vez en cuando le han proporcionado alimento, pues pasa horas sentada, viendo al cielo y sonriendo mientras su mente parece divagar entre recuerdos, ideas y anhelos.
Esta mañana todo fue diferente. El corazón de Yonalí Pamela, una mujer que tenía más de dos semanas y media de verla en la zona, logró juntar dinero y pudo apoyarla.
Sin titubear, se acercó, vio su condición, le lavó el rostro y la peinó con dulzura, como si la conociera desde hace mucho tiempo. Después fue a comprarle alimento y agua.
“Como humanos, ella está aquí tirada en la calle y la verdad tengo un corazón, ella es mujer y yo también soy mujer y me da tristeza verla así; la vida es difícil y da vueltas, no me gusta verla así, me duele mi corazón” dice Yonalí entre sollozos.
Con la llegada del frente frío, la preocupación en Yonalí por aquella mujer creció, la visitó por unas horas y la abrazó, la cobijó con cartonés y la cuidó con esmero.
Yonalí vive por el barrio de San Roque, su vida ha sido complicada desde que su madre murió, es madre soltera y ha vivido en una situación similar. “No quiero terminar así”, externó con preocupación.
En Chiapas en el 2020, el 5% de la población de 0 a 17 años en Chiapas tenía alguna discapacidad en 2020; esto correspondía a 104 mil niñas, niños y adolescentes, lo que colocaba a Chiapas como la 8a. entidad con mayor población con discapacidad en este rango de edad.

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Hace unas semanas, en los alrededores de la Iglesia San Marcos, en Tuxtla Gutiérrez, llegó una mujer con una bolsa.
Foto: Alejandra Chávez