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La danza mexicana rindió un emotivo tributo al maestro Federico Castro (1933-2025) en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, durante un homenaje póstumo organizado por la Secretaría de Cultura y el INBAL, a través de la Coordinación Nacional de Danza. Amigos, colegas y personalidades del gremio compartieron recuerdos, anécdotas y reflexiones sobre la vida y obra de quien dejó una huella imborrable en la danza contemporánea nacional.
Haydeé Boetto Bárcena, subdirectora general del INBAL, destacó que Federico Castro, con casi siete décadas de trayectoria, fue un pilar del campo dancístico mexicano y uno de los pioneros en integrar la técnica Graham como metodología y lenguaje escénico. Su legado, afirmó, perdura en centenares de bailarines y estudiantes que recibieron su enseñanza y pasión por la danza. Con un minuto de aplausos, los asistentes celebraron la vida y trayectoria de Castro.
Originario de Acolman, Estado de México, Federico Castro inició sus estudios en 1951 en el Ballet Nacional de México bajo la guía de Guillermina Bravo y maestros como Carlos Gaona, Josefina Lavalle y Waldeen. Se graduó como maestro de enseñanza primaria y complementó su formación con danza popular y educativa. Debutó a los 21 años en el Ballet Nacional con Recuerdos de Zapata y, a lo largo de su vida, desarrolló una amplia producción coreográfica que le valió reconocimientos como el Premio Nacional de Danza José Limón y el Reconocimiento Danza UNAM 2024.
El homenaje incluyó la proyección de un video con la semblanza del maestro, elaborado por el CENIDI Danza José Limón, que permitió a los asistentes recordar la riqueza de su obra y trayectoria. Alonso Alarcón Múgica, coordinador nacional de Danza, agradeció la presencia de familiares, bailarines y público, resaltando la importancia de reconocer y difundir la aportación de Federico Castro a la danza mexicana.
Entre los testimonios, Luis Carlos Robledo, fundador y codirector de Los Constructores Danza Contemporánea, destacó la influencia del maestro en su formación, subrayando su profesionalismo, rigor y compromiso con la excelencia artística. Carlos Jesús Nieves Ixtla, bailarín y secretario académico de la Academia de la Danza Mexicana, enfatizó la importancia de la formación normalista de Castro y su dedicación para garantizar que las escuelas de danza ofrecieran la mejor educación posible.
La investigadora Margarita Tortajada recordó que, pese a conocer al maestro desde hace años, fue hasta 2014 cuando tuvo la oportunidad de entrevistarlo y documentar su obra para un texto titulado Tronco de la danza. Destacó la capacidad de Castro para combinar la enseñanza, la creatividad y el estudio del movimiento, tomando inspiración tanto del mundo exterior como de la danza escénica, lo que lo convirtió en un creador innato y un maestro referente de la danza mexicana.
El homenaje a Federico Castro reafirmó su influencia en generaciones de bailarines y su compromiso con la formación artística, dejando un legado que seguirá vivo en la danza contemporánea nacional.
FOTO: CORTESÍA
PIE DE FOTO: El homenaje a Federico Castro reafirmó su influencia en generaciones de bailarines y su compromiso con la formación artística.

