Trump presiona, UE objeta
La Razón Online

Las conversaciones celebradas ayer en Ginebra reunieron a funcionarios ucranianos, estadounidenses y europeos en un intento de reconducir el borrador del plan estadounidense destinado a poner fin a la guerra en Ucrania.
En una declaración conjunta Estados Unidos y Ucrania dijeron que habían creado un “marco de paz actualizado y refinado” para poner fin a la guerra con Rusia que aparentemente modificó un plan anterior elaborado por la administración Trump que Kiev y sus aliados consideraron demasiado comprensivo con Moscú. Ambas partes afirmaron que su diálogo fue “muy productivo” y que continuarían en los próximos días.
El encuentro inició luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendiera públicamente el plan de 28 puntos y acusara a los ucranianos de mostrar “cero gratitud” hacia Estados Unidos por su apoyo estadounidense desde el inicio de la invasión rusa. Las declaraciones provocaron incomodidad en Kiev, cuyos funcionarios, incluidos los enviados presentes en Ginebra, insistieron en que la gratitud hacia Washington y hacia Trump ha sido constante y explícita. El propio presidente Volodomir Zelenski reiteró este mensaje a través de Telegram, destacó que el respaldo estadounidense, comenzó por los misiles Javelin, que han salvado vidas.
Por su parte, las delegaciones europeas presentaron una versión modificada del documento estadounidense, en el cual rechazaron límites más severos al tamaño del Ejército ucraniano y objetaron cualquier concesión territorial predefinida. Su propuesta plantea un techo de 800 mil efectivos en tiempos de paz, frente a los 600 mil planteados por Washington, e insiste en que cualquier discusión territorial debe partir de la Línea de Contacto actual y no de una visión anticipada de qué zonas podrían reconocerse como rusas.
La versión europea también sugiere mantener congelados los activos rusos hasta que Moscú compense los daños causados en Ucrania, a diferencia del plan de EU, que plantea invertir 100 mil millones de dólares de esos fondos bajo un esquema liderado por Estados Unidos y repartir las ganancias al 50% con Rusia. La fórmula de Washington contempla además un vehículo de inversión compartido, lo que generó rechazo entre los gobiernos del E3.
La presión del calendario aumentó luego de que Trump advirtiera que Zelenski debía aceptar el plan antes del jueves, condición que implicaría ceder territorio, renunciar a una futura integración a la OTAN y aceptar límites estrictos a las capacidades militares ucranianas. Para muchos ciudadanos y soldados que enfrentan el conflicto desde hace casi cuatro años, estos puntos equivaldrían a una capitulación. Trump afirmó el sábado pasado que la propuesta aún no representa su “oferta final”, con lo que dejó abierta la puerta a ajustes.
Por su parte, la delegación estadounidense, encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio, abrió las conversaciones formales con los ucranianos ayer por la tarde en un ambiente tenso. Rubio pausó la reunión para responder a los periodistas luego de que Trump acusó a Ucrania de no mostrar gratitud y criticara a Europa por comprar petróleo ruso. El secretario insistió en que, pese al clima tenso, el avance logrado era el mayor desde el regreso de Trump al poder.
Rubio aseguró que el plan sufriría modificaciones para buscar una solución que pudiera ser respaldada tanto por Kiev como por Washington. Agregó que los ajustes tendrán que ser revisados por ambos presidentes, pero transmitió confianza debido al progreso obtenido hasta ahora. Lo acompañaba el enviado especial Steve Witkoff, a quien se atribuye buena parte de la elaboración del borrador inicial.
A su vez, los países europeos señalaron que no fueron consultados durante su redacción, mientras figuras como el senador estadounidense Angus King sostuvieron que Rubio dijo al Senado que el documento representaba “la lista de deseos de los rusos”.
En tanto, el canciller alemán Friedrich Merz declaró que las conversaciones deben desembocar en un plan aceptable para Ucrania y que pueda presentarse más adelante en una negociación con Moscú. Pese a ello, reconoció desde Johannesburgo que no está convencido de que se logre la solución buscada por Trump en los próximos días.
El borrador estadounidense llega en un momento crítico para Kiev. Rusia ha logrado avances lentos pero costosos en vidas, incluida la toma parcial del centro de transporte de Pokrovsk. Los comandantes ucranianos afirman que no cuentan con suficientes soldados para frenar incursiones rusas continuas. A ello se suma el impacto de los ataques con drones y misiles contra infraestructura eléctrica y de gas, que han dejado a millones de residentes sin servicios básicos por horas.
Asimismo, Zelenski enfrenta presiones internas después de un escándalo de corrupción que involucró a miembros de su gabinete y colaboradores cercanos. Ha advertido que Ucrania corre el riesgo de perder no sólo su dignidad y su libertad, sino el respaldo de EU si accede a un acuerdo que no garantice su seguridad.
Zelenski insistió ayer en que cualquier paso hacia la paz debe ser eficaz y sostenible, y reiteró que su país nunca buscó la guerra. Subrayó que la delegación ucraniana tiene instrucciones claras y que es fundamental evitar señales contradictorias desde el interior del país, luego de recibir información de socios que advierten que posiciones favorables a Rusia se difunden desde actores ucranianos.
PIE DE FOTO:
Representantes de EU y Kiev se reúnen en Ginebra.
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