Luego de filtrar video de abuso a un palestino, Yifat Tomer-Yerushalmi, fue llevada a prisión
La Razón Online

Hasta hace apenas una semana, la general de división Yifat Tomer-Yerushalmi ocupaba uno de los puestos más influyentes dentro de las Fuerzas de Defensa de Israel. Como principal asesora jurídica del ejército, su voz era decisiva en casos de abusos, filtraciones y violaciones al derecho internacional humanitario. Hoy, la exfiscal militar se encuentra detenida, acusada de fraude, abuso de confianza y obstrucción a la justicia, tras una cadena de hechos que expuso el profundo desgaste moral e institucional de Israel en tiempos de guerra.
Todo comenzó con su abrupta renuncia y una nota enigmática que dejó a su familia. Después de abandonar su vehículo en la costa de Herzliya, la ausencia de Tomer-Yerushalmi encendió las alarmas: drones y equipos de rescate fueron desplegados en una intensa búsqueda ante el temor de un posible suicidio. Horas más tarde, fue hallada con vida en una playa de Tel Aviv. Sin embargo, el hallazgo no trajo calma. En redes sociales y medios israelíes, figuras afines al primer ministro Benjamin Netanyahu reanudaron los ataques personales contra ella.
“Podemos reanudar el linchamiento”, escribió en X el presentador de derecha Yinon Magal, aliado de Netanyahu, aludiendo con sarcasmo a la presión mediática sobre la exfiscal. El tono del mensaje reflejó la fractura política que atraviesa el país y la hostilidad que rodea a los altos mandos del aparato de justicia militar.
La crisis estalló tras la admisión de Tomer-Yerushalmi de haber autorizado la filtración de un video grabado en la prisión militar de Sde Teiman. El material, difundido en 2024, muestra a soldados israelíes agrediendo sexualmente a un detenido palestino en circunstancias brutales. Según la acusación formal, los agresores sodomizaron a la víctima con un cuchillo, causándole múltiples fracturas y lesiones internas.
La exfiscal aseguró que filtró el video para visibilizar la gravedad de los hechos que su oficina investigaba. No obstante, su decisión fue interpretada por sectores ultranacionalistas como una traición al ejército. Lo que era un acto de transparencia se convirtió en una causa judicial y política que ahora la tiene tras las rejas.
En su carta de renuncia, Tomer-Yerushalmi defendió su actuación al afirmar que los militares “tienen el deber de investigar cuando existen sospechas razonables de violencia contra un detenido”. Su misiva advertía que los valores básicos del ejército eran erosionados por la politización y la impunidad: “Hay acciones que nunca deben tomarse, ni siquiera contra los detenidos más viles”.
El video reveló no sólo un crimen, sino una grieta estructural dentro de las Fuerzas Armadas israelíes. En la audiencia celebrada ayer, el juez extendió la detención de la exfiscal hasta el miércoles. Su antiguo colega, el coronel Matan Solomesh, también fue arrestado por su presunta participación en la filtración. Ambos son investigados por abuso de confianza y destrucción de pruebas, en particular la desaparición del teléfono móvil de Tomer-Yerushalmi.
Los abogados defensores de los soldados acusados sostienen que la filtración contaminó el proceso judicial. “La fiscal demostró carecer de discreción. Es imposible continuar con un proceso viciado”, declaró el abogado Moshe Polsky. En contraste, activistas de derechos humanos insistieron en que la verdadera atrocidad está en el abuso mismo, y no en su exposición pública.
Mientras tanto, la víctima palestina fue devuelta a Gaza como parte de un intercambio de prisioneros. De acuerdo con fuentes médicas citadas por la agencia AP, llegó al hospital con traumatismo abdominal, fracturas de costillas y una perforación rectal. Su caso, considerado el más extremo registrado en Sde Teiman, sigue pendiente ante un tribunal.
n medio del escándalo en Israel, la guerra en Gaza continúa generando tensiones diplomáticas. Ayer, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, exigió a Israel que respete el alto al fuego pactado bajo mediación de Estados Unidos y permita la entrada de ayuda humanitaria. Fidan habló al término de una reunión en Estambul con representantes de Qatar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Pakistán e Indonesia, quienes discutieron la creación de una fuerza internacional de estabilización para Gaza.
El diplomático turco acusó a Israel de “violar regularmente el alto al fuego” e impedir la entrega de alimentos y medicinas. Señaló que, desde el inicio de la tregua el 10 de octubre, más de 200 palestinos han muerto por nuevos ataques. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, apenas una cuarta parte de los camiones de ayuda pactados han ingresado a la Franja.
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Luego de filtrar video de abuso a un palestino, Yifat Tomer-Yerushalmi, fue llevada a prisión.
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