Karla Gómez NOTICIAS

El Museo Mural Diego Rivera, del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), guarda en sus cimientos y en sus muros un vínculo directo con el sismo de 1985. Dos aspectos lo unen a esa tragedia: por un lado, el célebre fresco Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central (1947), de Diego Rivera, rescatado del Hotel del Prado tras el terremoto y que dio origen al museo; y por otro, el terreno que ocupa hoy, antes estacionamiento del Hotel Regis, uno de los inmuebles que se desplomaron aquel 19 de septiembre.

Esa memoria es recuperada en el libro Lo que el terremoto se llevó: Un trágico despertar, de Daniel Gallardo, quien a 40 años de los hechos subraya la importancia de no dejar de hablar de ellos. “Es fundamental porque nos recuerda la fragilidad de la vida y la necesidad de estar preparados”, afirma el autor, convencido de que rescatar testimonios es una forma de reconstruir lo sucedido.

“Durante casi cuatro décadas se han creado mitos, rumores y versiones incompletas. Mi propósito es romper con esas distorsiones, pero también rescatar la memoria de quienes vivieron aquel 19 de septiembre: sus miedos, sus pérdidas y también su capacidad de solidaridad”, explica. Para Gallardo, más allá de las cifras, lo esencial es reconocer que detrás de cada edificio derrumbado hubo familias, sueños y vidas truncadas.

Entre las historias que documenta está la del Hotel Regis, proyectado en 1909 como sede del periódico El Imparcial. Tras un escándalo que derivó en su venta a una familia estadounidense, se transformó en hotel. En 1917, Rodolfo Montes lo adquirió y lo inauguró oficialmente como Hotel Regis en 1918. “Su historia, que muchos daban por perdida tras el terremoto y el incendio de 1985, la pude recuperar con una investigación iniciada en 2008”, señala Gallardo. Ese pasado se enlaza con el presente del Museo Mural Diego Rivera, que entre 1953 y 1985 fue el estacionamiento del Regis y que hoy se erige como guardián de la memoria urbana.

El escritor insiste en que esa fecha dejó lecciones que deben permanecer vivas: “Un terremoto no solo deja daños materiales, también transforma la vida de las personas y de la ciudad. Recordar cómo se vivió y cómo se enfrentó aquella tragedia nos permite transmitir experiencias a las nuevas generaciones, reforzar la cultura de prevención y rendir homenaje a quienes ya no están”.

La presentación de Lo que el terremoto se llevó será más que un acto cultural: será un reencuentro con la historia. “Quienes asistan podrán llevarse información y una reflexión profunda sobre lo que significó esa tragedia, la importancia de la prevención y, sobre todo, el valor de la solidaridad que nació en medio del dolor”, asegura Gallardo.

El volumen, publicado por Editorial Sociedad Histórica y Memoria de 1985, contará en su presentación con la participación de David Valdez y Axel Garfias. La cita será en el Museo Mural Diego Rivera, ubicado en Balderas s/n, frente a la Plaza de la Solidaridad y a un costado de la Alameda Central, en la Ciudad de México.

Foto:  Karla Gómez

Pie de foto: La presentación de Lo que el terremoto se llevó será más que un acto cultural: será un reencuentro con la historia.